Reconocer lo simple que es viajar y visitar esos lugares mágicos es un reto que no todos asumimos, en esta oportunidad la vivencia ocurrió cerca a Ciudad de México. Todo comenzó en el 2019 cuando por redes sociales vi un vídeo sobre los Jardines de México y prometí a mis pies ir en una siguiente escala o visita.
Siempre hubo una excusa de tiempo o lugar que impedía la visita, pero finalmente cuando la curiosidad y el tiempo te hacen planear algunos detalles o actividades, y cuando lo planeado no sale como se espera; mi mente me hace replantear en menos de un día la respuesta a ¿mañana qué voy a hacer?
Luego de una tarde por Ciudad de México, de preguntar a varios mexicanos, tomé la decisión de escaparme a Morelos y recorrer los Jardines de México. La visita en vehículo es gratificante, pero me encanta la travesía de montar en flota o autobús. Y por qué… pues así se logra conocer la terminal, hablar con alguien en el trayecto, contemplar otras paradas técnicas y vivir el día a día.
La ruta elegida fue salir de Ciudad de México hacia la terminal Tasqueña, luego abordar un bus hacia el Puente de Ixtla, y andando por el mercado local o desde la misma terminal se aborda un taxi hacia el lugar.
Datos para recordar:
- Se conoce como Ixtla, pero debe escribirse Iztla.
- Iztla significa abundancia o lugar donde abunda la obsidiana.
- El pueblo es muy cerca a Cuernavaca.
- Es un lugar tranquilo, donde la temperatura llega a 45° o más, se puede conocer su mercado local, el zócalo y demás sitios turísticos.
- Para visitar Jardines se debe contemplar coordina el regreso del taxi al pueblo, llevar hidratación y contratar guía para aprender más de cada escenario natural.
Me permití hablar con varios locales, y para mi sorpresa son pocos los que conocen todo lo que hay en Jardines de México, lo perciben como un punto turístico, de costo elevado, los estudiantes tienen descuento en taquilla y varios iztlenses no lo han visitado porque asumen que no es tan divertido caminar en medio de la naturaleza.
Es difícil describir la ansiedad y curiosidad por ir andando por ahí en un espacio nuevo, pero a mí me gustan mucho las primeras veces ya que en las mismas todo te deja con una sensación de ¡WOW! Y esa es mi descripción de Jardines de México.
El lugar consolida un compromiso del Estado de Morelos por preservar la flora y la fauna, sus escenarios involucran un trabajo hecho a mano y con el amor propio de los colores vivos, de la estética y de las ganas de compartir con otros sobre la tierra, sus flores, sus árboles y las especies propias de México.
El legado de este espacio es enseñar a las generaciones presentes y futuras, como un solo lugar alberga más de 193 millones de flores, y como en su caminata además hay más de veintidós mil árboles.
¿Nos dejamos atrapar?
La respuesta es sí, siempre que sean lugares curiosos, llenos del verde natural, ahí me encontrarán.
Desde que llegas al lugar se respira un aire fresco, se contempla obviamente la tienda propia de la marca, hay un backing para fotos, el mapa no tiene un orden, no hay un antes y un después. Mi recomendación es ir con tiempo, al ir entre semana cada espacio es tu propio momento de conectarte con ese verde intenso y con los colores vivos de sus esculturas o tapetes y figuras florales.
Por Daissy Sánchez Pachón
https://viajandocondaissy.wordpress.com
Fotos:
www.jardinesdemexico.com